En un jueves normal de mi vida, trabajo y universidad, llego a casa y con mucho entusiasmo me recibe Miguel Alejandro, un niño de unos cuatro años, quien me manifestó su deseo de ser grande como yo para poder usar corbatas, debido a que es habitual él verme con ellas, cosa esta que me causo como es normal un poco de risa.
Ya después de estar más tranquilo en casa, es cuando me dedique a meditar lo dicho por el niño, y me dije que hubiese sido si yo, actuara y vistiera de otra manera, verbigracia, aretes, corte de pelo raro, forma de comportarme etc. De igual manera me hubiese dicho lo mismo, y es cuando asimile que soy un ejemplo para el niño.
Y es de esta manera que somos ejemplo de los niños y de todos los que no rodean, aun cuando no lo deseamos ellos observan y emulan lo que ven aunque no sepan si es bueno o malo. Es por ello que debemos tratar de ser personas con actitudes muy comedidas y sosegadas, porque sencillamente ellos están ahí pasivos captando todo lo de su entorno.
Lo mismo sucede cuando estamos en círculos de estudio, Escuela, Universidad o Institutos, vemos cuando una persona se maneja de forma honorable, correcta y muy diplomática, con el paso del tiempo se le forma un aura de estima y respeto extraordinario, y es porque también ahí usted es un ejemplo.
Se ha puesto usted a pensar en la influencia que ejerce sobre las personas que le rodean, la imagen que tienen de usted, el respeto que le tienen, si se quiere dar cuenta de esto actué de forma poco usual, y verá el resultado o respuesta, yo particularmente para saber si me están tomando en cuenta en cuanto a mi comportamiento, rompo un poco el formalismo para ver su reacción, y créame es que es extraordinario ver aquello, te destacan una serie de cualidades que usted ni si quiera conoce de usted mismo pruébelo y verá.
Por lo tanto mantenga una postura correcta, puesto que usted no sabe quien lo está observando y para que…!
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