lunes, 31 de marzo de 2008

El hombre como entidad social



El hombre es un ser individual, pero al mismo tiempo es una entidad social, ya que no puede vivir aislado. “la vida de usted, es individual, pero constitutivamente está hecha de sustancia social”.

Ninguno de nosotros sería capaz por si solo, prescindiendo absolutamente de sus semejantes, de proveerse de las comodidades, buena alimentación y satisfacciones de todo tipo, que en nuestros días le proporciona generosamente la sociedad en que vive. ¿Quién de nosotros podría fabricar su automóvil, construir su casa, confeccionar su ropa, curar sus enfermedades, ensamblar su televisor y luego su propia estación transmisora, imprimir los diarios que lee y proveerse de luz eléctrica, combustibles, y todos los servicios que utiliza diariamente casi sin darse cuenta?.

Descubrimos el inmenso beneficio que obtenemos de la cooperación social solamente cuando somos capaces de darnos cuenta de lo poco que damos a cambio de lo mucho que recibimos. Nuestros esfuerzos, conocimientos, habilidades personales son ínfimos al lado de lo mucho que tenemos a nuestra disposición. Este es el resultado de la cooperación social que bajo un sistema capitalista se manifiesta en la división del trabajo y el libre intercambio. Para poder sobrevivir, cada uno de nosotros se ve precisado a intercambiar sus propias energías creadoras con las de los demás. De esto deducimos que, “si todos fuésemos iguales nadie sobreviviría por la sencilla razón de que nadie podría obtener más de lo que él mismo supiera crear, lo que no alcanzaría para asegurar la propia subsistencia.

La división del trabajo es un sistema de cooperación social que sólo es posible por la infinita diversidad de capacidades y energías individuales en permanente complementación, equilibrio y cooperación.

El individuo no existe como persona aislada sino en virtud de su herencia social y cultural. Aislado se vería reducido a la impotencia y convertido en una nulidad.

Si los hombres fuésemos idénticos a una persona determinada, perecería la humanidad.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Tú eres un Ejemplo



En un jueves normal de mi vida, trabajo y universidad, llego a casa y con mucho entusiasmo me recibe Miguel Alejandro, un niño de unos cuatro años, quien me manifestó su deseo de ser grande como yo para poder usar corbatas, debido a que es habitual él verme con ellas, cosa esta que me causo como es normal un poco de risa.

Ya después de estar más tranquilo en casa, es cuando me dedique a meditar lo dicho por el niño, y me dije que hubiese sido si yo, actuara y vistiera de otra manera, verbigracia, aretes, corte de pelo raro, forma de comportarme etc. De igual manera me hubiese dicho lo mismo, y es cuando asimile que soy un ejemplo para el niño.

Y es de esta manera que somos ejemplo de los niños y de todos los que no rodean, aun cuando no lo deseamos ellos observan y emulan lo que ven aunque no sepan si es bueno o malo. Es por ello que debemos tratar de ser personas con actitudes muy comedidas y sosegadas, porque sencillamente ellos están ahí pasivos captando todo lo de su entorno.

Lo mismo sucede cuando estamos en círculos de estudio, Escuela, Universidad o Institutos, vemos cuando una persona se maneja de forma honorable, correcta y muy diplomática, con el paso del tiempo se le forma un aura de estima y respeto extraordinario, y es porque también ahí usted es un ejemplo.

Se ha puesto usted a pensar en la influencia que ejerce sobre las personas que le rodean, la imagen que tienen de usted, el respeto que le tienen, si se quiere dar cuenta de esto actué de forma poco usual, y verá el resultado o respuesta, yo particularmente para saber si me están tomando en cuenta en cuanto a mi comportamiento, rompo un poco el formalismo para ver su reacción, y créame es que es extraordinario ver aquello, te destacan una serie de cualidades que usted ni si quiera conoce de usted mismo pruébelo y verá.

Por lo tanto mantenga una postura correcta, puesto que usted no sabe quien lo está observando y para que…!

viernes, 14 de marzo de 2008

Ustedes.!

Son madres, hijas, novias, funcionarias, legisladoras, cirujanas, empleadas en cientos de oficios, abogadas, profesionales de diversas ramas, y le sobra tiempo para consolar, ayudar, arreglar entuertos y dar amor.

Y es de esta manera que ustedes, mujeres han sabido insertarse en todas las áreas de la producción, dando ejemplo de administración y comedimiento en todos los escenarios en que se desenvuelven.

Nos quejamos de que no saben cambiar gomas de un carro, ni a veces entiende de pelota y fútbol, o que muda de temperamento con la facilidad con que cambia el viento, empero es la compañera inseparable en el largo camino de la realización personal.

Ustedes son únicas y son pareja, vientre y cerebro, gastan y aportan. Consumen y dan vida, y se han posicionado en el mundo actual hasta hacerse imprescindibles en las artes, la industria y empresa, el servicio, la academia, salud y educación.

No se trata de reconocer a la mujer como igual al hombre, se trata de celebrar sus características propias, en la pluralidad de la participación y el derecho de la diferencia.

La mujer es un elemento esencial por sus diferencias de criterios con el hombre, y es justamente esta diferencia que contribuye a la diversidad y genera dentro de la convivencia de géneros una nueva dinámica política y social.

Ustedes son mujeres en el pleno sentido de la palabra, aunque le falten trechos por recorrer, al igual que a nosotros. En el día internacional de la mujer y todos los días, saludo a esa mujer que ha recorrido el duro sendero de la superación e invito a los que les reconocemos sus cualidades, a aplaudirle, para que sigan adelante…!

viernes, 7 de marzo de 2008

Usted es un Ser único en el Universo

 

 

 

Piense lector por un momento en el milagro asombroso de su propia existencia:

 

Usted es un ser único, inigualable e irrepetible. Nadie, absolutamente nadie, es igual a usted. Jamás ha existido ni existirá en este mundo otro ser como usted. Nadie fue, es ni será como usted, constituido biológicamente de la misma manera, ni influido por idénticas circunstancias ni dotado de las mismas energías, sentimientos y percepciones.

 

¿Quién es usted en definitiva?, nada menos que el prodigioso resultado, la estupenda obra maestra de un ininterrumpido encadenamiento de circunstancias sociales, económicas, históricas y culturales entrelazadas sutilmente con otras tantas combinaciones genéticas mediante las cuales diminutos genes y cromosomas alteraron caprichosamente sus proporciones, decidieron acentuar tal rasgo y atenuar tal otro, se unieron y se desunieron millones de veces y predominaran unos sobre otros a lo largo de miles de años en una sucesión interminable de actos de amalgamas, superposiciones, cruzamientos y fusiones que posibilitaran el milagro de que entre millones de posibilidades contra una, apareciera en este mundo y en este siglo, un sujeto como usted.

 

Un solo hecho imprevisto y casual ¡uno sólo por insignificante que este hubiera sido! Producido como al pasar en algún punto de su oscuro pasado genealógico, quizás en la Era Neolítica o en la Edad Media, una guerra, una epidemia ¡que digo! un solo espermatozoide que hubiese perdido la carrera en alguna unión consumada por algún remoto antepasado de usted, hubiese sido suficiente para que usted no existiera.

¡Que maravillosa lotería cósmica hemos ganado quienes llegamos a este mundo!

 

Antes de seguir adelante permítaseme una divagación: dejándome llevar por el apasionante análisis de nuestro origen existencial. Me puse a pensar que si la Revolución Industrial del Siglo XVIII, por efectos de la abundancia de alimentos que logró generar, multiplico vertiginosamente la población europea, bien podemos todos agradecer a ese acontecimiento histórico no sólo que nos haya proporcionado una vida mejor que la de sus contemporáneos, sino que nos haya concedido la vida misma, ya que las precarias cadenas biológicas de la mayoría de nosotros se habrían interrumpido de no haberse producido ese trascendente cambio social.

Los izquierdistas deberían reconocer que cuando predican contra el capitalismo están repudiando ingratamente su propio origen existencial y contribuyendo al mismo tiempo a mutilar las cadenas biológicas de futuros seres humanos que también querrán venir a este mundo.

 

Hecha esta digresión, retornemos al tema central. Tardo miles, quizás millones de años en construirse nuestra individualidad única e irrepetible. Somos por lo tanto, el producto indiviso de la combinación de los caracteres biológicos y espirituales de nuestros antepasados laboriosamente construidos desde el principio de los tiempos en perfecta armonía con el universo y conforme los planes del Supremo Hacedor.

 

Así que sintámonos orgullosos de ser únicos en el Universo.