lunes, 18 de febrero de 2008

Naturaleza del Amor

El hombre, que es la única criatura sobre la tierra a la que Dios ha querido por si mismo, no puede realizarse plenamente si no es mediante la entrega de si mismo. No supone ciertamente una entrega simple si no hay de por medio un bien, que de sentido a esa entrega. Este deseo de obtener o proteger a ese bien, es la pauta que hace surgir al amor de cada quien.

 

Santo Tomás de Aquino, lo afirmaba de manera explicita; todo ser dotado de inteligencia se encuentra necesariamente provisto de esa inclinación al bien, que denominamos voluntad y cuyos frutos naturales son la libertad y el amor. Siendo de esta manera algo que se realiza gracias a las facultades superiores del alma humana.

 

Ese esfuerzo y esa lucha que merece nuestro existir, son motivado por el amor y sólo en razón del esfuerzo, podremos alcanzar nuestra trascendencia. Es, por ejemplo, el caso de una persona que sufre algún mal incurable, sus esfuerzos y esperanzas por luchar por tal enfermedad, sólo puede ser justificado por el amor que sienta esa persona ya sea a Dios, a su esposa, a sus hijos, al él mismo etc.

 

Esta es la radical importancia y naturaleza del amor: olvidarse de si mismo buscando en los otros y en obras la trascendencia de uno mismo la cual, es motivada y fundada por el amor hacia los demás.

 

Es algo que viene implícito en nuestra naturaleza, y que llevándolo a la práctica nos permite realizar plenamente nuestra esencia humana.

 

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