En la postrimería de la semana pasada sucedió algo inaudito, de lo cual los medios de comunicación manifestaron su actitud de asombro; y es la desarticulación de un laboratorio de estupefacientes en el segundo nivel del edificio que aloja el destacamento de la policía nacional, de villa consuelo efectuado por la DNCD.
Los incautos miembros de la P.N. asignados a dicho destacamento obviamente que no tenían información de este laboratorio, o estaban sedados debido a los efectos de los estupefaciente que allí se procesaban, y como nosotros y las autoridades nos chupamos el dedo suponen ellos que se lo creemos.
Cuidado con eso, ya que no sólo se están viendo involucrados en asaltos, o ajustes de cuentas, sino que también en el microtrafico. Lo que hace pensar en las malas manos en que esta la seguridad ciudadana, entonces ¿debe apelar la sociedad a una especie de oráculo para que le trace cual será la directriz a seguir en cuanto a la paz pública se refiere?
Esto puede ser una avispa de un gran avispero, figúrense ustedes que ahora en los operativos que hace la DNCD estén en la lista a revisar los destacamentos de la P.N., resulta vergonzoso verdad, y que los vehículos de los mismos efectivos sean los utilizados para hacer su entregas y diligencias ilícitas peor aun, cierto.
Se podrían establecer algunas circunstancias atenuantes como; bajo salario, pocas facilidades por partes del Estado a estos servidores públicos. Para concluir me permito hacerlo con una máxima jurídica; el que tiene al juez como su acusador a Dios a de buscar como abogado, mas yo os digo, la sociedad que tiene como su atacante, a quienes deben garantizarle el orden, a Dios han de implorarle para que le devuelva el sosiego.
lunes, 22 de octubre de 2007
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